¿Qué es la danza primal?

La Danza Primal es una disciplina que forma parte del modelo de Interacciones Primordiales un modelo integral de desarrollo humano creado por el psicoterapeuta argentino Daniel Taroppio, luego de más de 30 años de trabajo. Su modelo es integral porque, además de la Danza, incluye otras disciplinas para abordar la transformación personal, como son el coaching, la psicoterapia y la meditación primordial.

Está basada en movimientos simples y espontáneos del cuerpo, únicos e irrepetibles para cada persona, que tienen como fin lograr una conexión más profunda con nuestro ser.

No es una danza en donde se aprenda a hacer algo en particular: no se aprende a hacer coreografías ni a seguir ritmos o desarrollar movimientos estéticos y refinados, ni tampoco se trata de ejercitar el cuerpo para obtener tonicidad muscular.

La Danza Primal es una meditación en movimiento. ¿Por qué danza? El término “danza” hace alegoría a estas dos energías básicas que interactúan ininterrumpidamente y mueven al universo y a todo lo existente: la expansión contracción, lo positivo-negativo, el yin y el yang. Estas dos energías se manifiestan de forma individual como lo masculino y femenino, independientemente del género con el que nos identifiquemos.

El despliegue de movimientos simples, naturales y espontáneos con nuestro cuerpo también produce movimientos y cambios en nuestro mundo interior.

Así es como buscamos el equilibrio entre ellas, en una “danza” de integración y celebración en la que ninguna de estas energías oprime o domina a la otra, sino que ambas se reconocen, se disfrutan y se honran.

Es “primal” porque se trata, justamente, de recordar nuestra esencia, aquello que somos y que jamás hemos perdido.

 

“Danza Primal es una invitación a la alegría del redescubrimiento de nuestra propia vitalidad, de la ternura, de nuestro poder universal, de nuestra auténtica humanidad, expresada libremente en cuerpos vivos, radiantes, renacidos y en corazones jubilosos de celebrar la magia del encuentro humano, con nuestros semejantes y con la totalidad de la vida.”

– Daniel Taroppio

Este tipo de experiencia vivencial llega a niveles muy profundos, niveles a los cuales no es posible acceder solo con la palabra o el intelecto.

La Danza Primal puede ser practicada por todas las personas, sin importar su condición física o su edad. Lo que logra la danza (¡o mejor dicho el danzante!) va a ser una vida más sana, con mayor espontaneidad y vitalidad y con vínculos más amables.

¿DANZAMOS?

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