“Así fue como inicié el viaje hacia la profundidad de mi Ser, y hacía la Psicología Transpersonal.
Ampliando el enfoque que conservaba con respecto al ser humano, con respecto a mí misma, a mi profesión, e incluso a la propia existencia.”

Soy Esther Amaes, tengo 34 años. Desde muy joven decidí que estudiaría psicología. Me interesé por el ámbito educativo, ya que tenía la convicción de que era desde la educación desde donde se podía contribuir a cambios significativos para la mejora de la sociedad.

Mi experiencia como psicóloga y educadora infantil fue enriquecida con el nacimiento y la crianza de mis dos hijas. Un desafío, que todavía seguirá presente y que me anima constantemente a evolucionar en este ámbito.

Paralelamente, hace ya 17 años inicié un apasionante camino en el aprendizaje de la Danza Oriental, instruyéndome con diversas maestras y en diferentes estilos. Ya, hace un tiempo que comencé a transmitir dichos aprendizajes a varios grupos de mujeres.

ESTHER AMAES

Hubo un momento crucial en mi vida en el que una serie de sucesos personales me hicieron entrar en un estado profundo de malestar físico y emocional. Momento el que que ni mis recursos personales, ni mi “filosofía de vida” por aquel entonces, fueron suficientes ni óptimos para transcender dicho estado.

Entonces, fue cuando la Danza Primal me tomó de la mano para mostrarme que el trabajo desde otras áreas si servía, y no sólo eso, sino que en mí caso era necesario. Después de esa primera Danza pude experimentar un cambio en mi estado de ánimo y en mi energía física, la cual pude volver a sentir.

Y, así fue como inicié el viaje hacia la profundidad de mi Ser, y hacía la Psicología Transpersonal.
Ampliando el enfoque que conservaba con respecto al ser humano, con respecto a mi misma, a mi profesión, e incluso a la propia existencia.

A partir de aquí, otras disciplinas me fueron interesando para incorporarlas en mi vida y en mi labor. Terapias de liberación emocional – energéticas, Respiración Ovárica, Terapias Ancestrales, Métodos educativos alternativos (Metodología Waldorf y Antroposofía). 

Hoy, quiero ofrecer una nueva psicoterapia que brinde a nuestra infancia una atención que vaya mas allá de la conducta manifiesta, que atienda a la totalidad del Ser.

Facilitando la libre expresión de sus emociones y la posterior gestión, transformación de las mismas mediante el movimiento y la Danza, principalmente. Un acompañamiento basado en la presencia, la calma, la dedicación y el amor, que permitan al niño o a la niña transcender algún tipo de conflicto o emocionalidad que le este impidiendo desarrollarse y vivir desde su plenitud.

Por otro lado, en cuanto a la enseñanza de la Danza Oriental, mi propuesta va dirigida a despertar la energía vital a través de los movimientos específicos de esta danza, combinados con la metodología de la Danza Primal y acompañados de una respiración consciente que nos lleve a una conexión con nuestra corporalidad, emocionalidad y espiritualidad. Para, así, ir descubriendo nuestras potencialidades y nuestra particular “Danza” por la vida.